Algo
Algunas madrugadas algo se posa sobre todas las casas. No tiene nombre y es imperceptible a los sentidos, pero algunos sabemos cuando está ahí. Con lo que somos salimos a recibirlo, algo nos dice al oído, suena como la libertad, como la revolución, como el amor. Y es más que eso. Lo ilustra el humo de un eventual cigarro, una canción de auriculares, una facilidad repentina para soñar.
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