No importa la hora

Tenías la calma
y perdiste la apuesta
tenías un alma
y cerraste la puerta.

tenías sangre
tenías tus venas
tenías hambre
tenías verbenas
un sueño caliente
de matar serpientes
la carne urgente
la voz de Malena

pero tenías un alma
y cerraste la puerta.

y Hoy
en acto posible
vino la muerte
tomaste tu arma
y desafiaste tu suerte
miraste tu alma
y la viste abierta
viste lo invisible
y le diste un beso
nació lo imposible
y te salvó un verso.

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